sábado, 21 de febrero de 2009

Paso a paso..


¿Y qué es lo que he venido hacer aquí?

Si mis llantos no pesan,
y mis carcajadas no suenan.

Paso a paso,
la vida se forja.
Me hago,
me reinvento,
y exijo.

Exijo un beso mientras duermo,
exijo una mano,
exijo un suspiro.

Reivindico el derecho a amar,
el derecho a besar,
el derecho a morder,
el derecho a follar (aunque yo lo llamaría “hacer el amor”)..

¿Pero por qué estoy aquí?

Imposibilitada para hacer una vida donde resido,
imposibilitada a ser feliz en este lugar.

Pero paso a paso,
me forjo una vida.
Sin amor,
todo hay que decirlo.
Sola (no tan sola),
no debo dejarme nada (no mintamos, tengo 3 estupendos amigos [G.C.M]).

Paso a paso,
quiero averiguar,
quiero seguir adelante,
así hasta que alguien sea capaz de enseñarme lo bella que es esta luz,
y guiarme dentro de mi laberinto.






Cuando me encuentres, un consejo: No me sueltes. No lo hagas por que me pierdo sola, me asusto y me encierro.
No preguntes, solo estira el brazo y sálvame de todo.
Sálvame de mí.

SarY

viernes, 20 de febrero de 2009

División de personalidades..


Os voy a contar una pequeña historia.
Trata de una chica que conocí hace unos años, aunque realmente me pareció que la conocía desde su nacimiento.
Ella se llama Sara.

Durante nuestras largas noches de insomnio, ella siempre me contó sus historias, sus penas y alegrías, sus aventuras imaginadas o tan reales que daban miedo.
Siempre decía que estaba dividida.

Dos Saras..

Contaba lo terrible que era su vida.
Ella ingenua, con apariencia fuerte, pero más débil que el cristal.

De eso se trataba.
Ellas dos. Sara.

Ahora estaba dividida.
Su yo más sensible había despreciado al corazón de hielo.

Una más fría que un témpano. Cínica. Sarcástica. Y por que no decirlo.. superior.
No odiaba, ella mataba la felicidad a hachazos.

La otra demasiado débil, demasiado tímida y asustadiza ante la vida.
Demasiado amante de las cosas pequeñas de la vida, como las nubes y el susurro del mar en febrero.

Realmente, a Sara le costaba mantenerlas juntas. Se le notaba un gran esfuerzo, un esfuerzo sobrehumano de contención.
A veces no sabía si llorar de felicidad, o reír de locura.
A veces la veías a punto de romperse, y que su herida se extendía a lo largo de su cuerpo y sus facciones. De su corazón. Y el problema de esta herida, es que no se cura con tiritas ni vendajes.

Siempre que la veo me dice: Solo soy carbón.

Esta tan desgastada, tan rota por mantenerse día a día de una pieza.
La han masacrado tanto, manipulándola, utilizándola.

Y poco a poco, su yo superior gana terreno.
Empieza a importarle todo tan poco, incluso su vida.

Y en cada insomnio nocturno la veo aguantando e imaginando mundos de colores inexistentes aun por descubrir, con tal de unir sus dos yo.

Sara. Ellas dos.





Me echaría a llorar ahora mismo si pudiera, pero hace mucho que mis llantos no se tiñen de color agua salada.
Por que debe ser que tengo un trozo de carbón como corazón.


SarY

jueves, 12 de febrero de 2009

Siempre he sido yo..

Hoy es un día especial.

Hoy tengo una cita.
Llevaba toda la semana esperándolo.

Elijo la ropa,
una falda más colorida de lo habitual,
las botas,
y esa camisa que me hace parecer algo más mayor.

Dejo la ropa en el cuelga toallas,
el maquillaje encima del armarito,
abro la ducha,
y las gotas ardientes empiezan a rozarme cada centímetro de mi cuerpo.

Salgo intentando no tropezar,
me seco con una toalla amarilla,
empiezo a vestirme.
Al acabar me seco el pelo y le paso la plancha.
“Madre mía, parezco un león” - pienso.

Me pinto los ojos,
como habitualmente hago,
y esta vez le doy un toque de color a mis sosos labios.
Rojo.

Me paseo frenética por la casa,
y acabo de nuevo en el baño.

Me paro enfrente del espejo,
me miro,
me veo,
me pienso.

“¿Qué coño estoy haciendo?
Esta no soy yo..
Maldito caparazón..
No soy tan malditamente colorida.
¡NO!”

Me cambio la ropa,
por algo más de mi estilo,

Negro,
rojo,
violeta,
un toque de blanco,
mi cascabel..

Vuelvo al baño,
Vuelvo a mirar al espejo..
Esos labios..
Esos labios..

“¡BASTA!
¡Fuera esa máscara!
¡Esta no soy yo!”

Carmín fuera..

“Ahora,
seré YO (como siempre).”





No hay más ciego, que el que no quiere ver..
Por esa regla de tres, estoy rodeada de ciegos, o quizás de idiotas..


SarY

martes, 10 de febrero de 2009

Borracha de algodón..

Una,
dos,
tres..

Cuento 10 copas,
y aún no ha acabado la noche.

Un wiskey doble con hielo, por favor.
Creo que esto no me hace efecto...”

Miro a mi alrededor,
creo que me han dejado sola.

Mi compañero espera fuera,
con el coche a punto,
mirando al cielo,
con su cigarro a medias..

Creo que va a ser otra noche más,
mirando las agujas del reloj,
mirando las sombras del techo,
maldiciendo a mi almohada.
“¡No debería estar ocupando ahora tu lugar! ¡NO!”

Me subo al coche,
el ruido del motor me ensordece en un principio para luego convertirse en un leve ronroneo.
Observo las figuras oscuras,
pasando por detrás de la ventanilla a gran velocidad.
Mi compañero se decide a poner algo de música.
De fondo tocan Muse,
creo reconocer la canción,
yo diría que es Bliss..

Mi compañero aparca su flamante Honda Cívic negro.
Me abre la puerta del copiloto,
y me ayuda alargando su mano.

Ya en el portal,
con ojos despistados,
mi amable compañero llega a decir: “¿Te acompaño?”
No gracias, creo que puedo yo sola.”

Una lágrima cae por mi rostro..

Él me roba las llaves,
y con su mano aún cogida a la mía,
me hace subir los 56 escalones hacia mi piso,
abre la puerta de mi casa,
y me arrastra hacia mi cama.

Sentados,
los dos,
yo mirando al suelo,
él mirándome a mí.

Alarga su brazo,
mientras susurra “No te preocupes pequeña. Yo siempre alargaré mi mano por tí.”
Noto su cara acercándose,
y sus labios besándome la frente.
Con un pequeño empujón,
hace que acabe tumbada en la cama,
mientras él acaricia mi hombro.

Vuelve a besarme la cabeza,
y con un tono brusco pero divertido me amenaza: “Mañana a las 10 estoy aquí, como no me sonrías, te caerán un par de collejas.
Nos reímos.
Adiós, querido amigo, adiós mi ángel. Hasta mañana.”

El portazo que deja tras su marcha me recompone.

Me siento en la cama,
me quito la ropa,
y me tumbo desnuda abrazando algo que deberías ser tú,
pero es la simple almohada.

Cierro los ojos,
y ahora es cuando lo veo todo claro,
la oscuridad me deslumbra,
y el frío me calienta,
la soledad me acompaña,
las sabanas te esperan..

La noche se convierte en día..
Y ahí sigo yo,
desnuda,
en la cama,
abrazando algodón..




Si te hace feliz, quédate con mis ojos.
Ellos ya han visto demasiado.

SarY

domingo, 8 de febrero de 2009

Irreal realidad..



Llevaba 2 horas sentada en la misma posición,
desnuda encima de la cama.

La mente en blanco,
el corazón despedazado.

Tus “te quiero” se disolvían en su cabeza,
y se mantenía inmóvil.

Su mente en blanco comenzó a dar paso a su extensa imaginación.

Imaginaba tus manos recorriendo su espalda,
dibujando letras,
dibujando sombras,
dibujando colores..

Se giró..
Nada.
Ni un paso,
ni siquiera la luz se dignaba a hacerle compañía..

Volvió a su postura inicial,
y volvió a imaginarte.

Pero esta vez parecía tan real..

Tu aliento en su nuca,
tus manos recorriendo su cintura,
por sus pechos.

Tus labios saboreando la linea que hace la columna vertebral,
tus dientes mordiendo el cuello,
tu lengua lamiendo su oreja..

Ella gemía,
ella suspiraba,
ella sentía..

Y allí estabas tú,
amándola.
Te había esperado,
y tu la habías encontrado.

“Te pillé, no volveré a separarme, no volveré a “desabrazarte”, no dejaré esa espalda sin mi abrigo de piel, al calor de mi sangre.”







Quiero amar a alguien, como amé esos 23 años recién cumplidos.
Quiero querer a alguien con unos ojos tan brillantes.
Quiero quejarme de no llegar a dar un abrazo completo.
Quiero pasarme horas acariciando espalda, nuca y pelo.
Quiero que me pregunten “¿En que piensas?” para contestar “En que se esta muy bien aquí”.
Quiero volver decir “te quiero”
Quiero volver a decir “t'estimu”


SarY

miércoles, 4 de febrero de 2009

Pequeña..


Pequeña, ¿y tú que sueñas?

En ojos más sinceros,
y los colores que amanecen de tu cama.
El estallido de risas,
y la explosión de llamas envuelta en tus sábanas.

Pequeña, ¿y tú que quieres?

Inventar mundos,
inventar sentimientos,
pintar de color esmeralda tus lágrimas,
tocar tu mente,
y dibujarte desnudo.

Pequeña, ¿y tú que deseas?

Mirarte en la cama,
acariciarte la nuca,
esperar a que salga la luna para verte mejor,
y que llegues ya.

Pequeña, ¿y si no llego?

Esperaré,
esperaré a que llegues,
esperaré a que me toques,
esperaré a que me beses,
y esperaré a que me ames.

Pequeña, ¿y si no te encuentro?

Te buscaré..





Captaré cada sonrisa y cada llanto.
Captaré los abrazos y los besos.
Captaré al Sol y la Luna haciendo el amor..
Oh yeah!


SarY

lunes, 2 de febrero de 2009

Pecas..


Sonreí.

Él se quitaba la camiseta de camino a la ducha,
yo le espiaba.

De repente se giró,
me escondí tras la puerta de la habitación.

Vino corriendo,
con un gesto me dijo que me acercara a él.

Me abrazó,
¡casi me aplasta!

Me soltó,
pero cogió mi mano,
me cogió la nuca,
y acercó sus labios a mi oreja.

“Nunca te dejaré sola, ¡por tus pecas!”

Se escucharon sus pasos descalzos,
las gotas cayendo en la ducha.

Y yo traspuesta,
con los dedos en la boca,
con cara de felicidad.

Y me vino a la mente:
¡espérame, ya te sigo!


Shhhhhhhhh...





Y como me dijo ella, de todo esto hemos conseguido 2 amigas, pero yo digo que he conseguido 2 personas increíbles.

SarY