lunes, 29 de noviembre de 2010

Si lo he empeorado aún más...


No.
No me digas que esto no pasó, ¿vale?
Tu me besaste.
Me besaste algunos músculos de la cara,
luego unas cuantas veces más después.
Mi alma no se resistía,
mi cabeza ya no vivía.

Todo estaba ahí abajo.
Mi corazón también,
Tu también.
El universo.

Tu te arrepentiste,
yo viví.
Los brazos que perdiste,
la sangre que no bebiste.

Ya no tiemblo si no pienso en ti.


Sary

lunes, 22 de noviembre de 2010

Comernos.


Teníamos hambre de deseos.
Teníamos espacios escondidos debajo de nuestras pieles rotas.

No supimos que era el amor,
hasta que nos desnudamos y nos contamos historias al oído.

Nos quedamos en la cama,
nos follamos hasta el alma.
Y el vértigo nos hizo caer encima de nuestros cuerpos.

Quería tu carne para comer todos los días.
Y preparar ensalada de besos con queso.

Quería comerte con los ojos,
quería amarte los ojos,
y la piel
y toda tu extensión territorial.

Cenaríamos sexo caliente todas las noches,
y amor para desayunar.


Sary

jueves, 4 de noviembre de 2010

Noviembre libre de promesas..


En Noviembre querría prometerte muchas cosas.

Desde largos paseos por la orilla del mar,
hasta un par de gintonics después de cenar.

No habrá miedo ni gloria,
solo ratos en la cama,
comiéndonos la boca.

El color de nuestro pelo dará igual.
El color de nuestros ojos dará igual
Todos los problemas los solucionará la oscuridad y mi edredón,
de color rosa chillón.
Y ya no me importará el daño que me hagas si me tocas.
No será como caer entre las rocas.
Porque el día que me busques,
yo ya me habré escondido entre las sábanas,
en el rincón más oscuro,
donde todo color me dará igual,
donde todo dolor me dará igual.

Ratos en la cama,
arañándonos el alma.

Sin luz,
ni pena,
ni llantos.

Pero como dice esa canción,
hay promesas que no valen nada,
y mi amor y mi tiempo ya no están en venta.



Sary

sábado, 30 de octubre de 2010

Deseos de desayunos perfectos.


-¿Ya estás despierta?
-Ahá..
-¿Quiéres desayunar?
-Quiero quedarme un rato más aquí.
-Pero se va a hacer tarde. ¿Qué te gusta? Tengo café, Colacao, croissants, té, puedo hacerte tortitas si quieres y tengo hasta Whisky.
-¿Y besos tienes?
-Eso tendría que mirarlo en la despensa, no se si tengo todos los que te mereces.
-Pues dejate de tonterías, quédate y lo averiguamos.



Sary

miércoles, 11 de agosto de 2010

Amor en horas de sueño.


Pasamos por todas las fases del enamoramiento en una sola noche:

Nos conocimos,
nos reímos,
nos hablamos,
nos besamos,
nos distanciamos,
nos tocamos,
nos follamos.
Acabamos haciéndonos el amor
y desayunando labios para cenar.
Nos dejamos de mirar,
fuimos infieles,
compartimos piel y saliva,
nos pegamos con los puños,
nos separamos,
nos juntamos,
nos quisimos,
nos odiamos,
nos despedimos.

Amor intenso en horas de vida que pretendían ser años.
En una cama y nada más nos hace falta para querernos.


Sary

miércoles, 4 de agosto de 2010

Sueños (i)reales.


Me robas una noche de invierno. Me duermo a tu lado sin saberlo y me despierto agarrando un clavo ardiendo.
Tus ojos son los de cualquier otro y tu camisa se me resiste.
Los besos saben a turrón del bueno, el gato simétrico lo sabe.
Parece que hayamos planeado esto durante toda nuestra vida, y que se vaya a acabar todo en una noche.

Una única noche contigo parecía suficiente:
-Esto tendremos que dejarlo como un romance nocturno.
-Es el enamoramiento de una sola noche.

Nunca me había enamorado tanto antes de un beso en la frente, de un desconocido y del gato asimétrico.
Como si me hubiese enviado rosas el día 9 de cada mes.

Me robas una noche de frío y me templas con tus manos heladas.


En esos sueños parezco alguien con quien irse de cena y no desperdiciar cerveza. Con quien irse a la cama y no despegarse un segundo.
Que ya ves tu por que me he levantado con ganas de miles de besos.



Sary

lunes, 5 de julio de 2010

Desorden caótico.


Así somos los artistas, desordenados.
Ropa por allí, libros por allá.
Sin orden alguno que nos marque nada, ya que todo nos dice algo.
Sin sentido.

No sabemos como escapar sin maniobrar, pero tenemos nuestro pequeño hueco en la cama donde cobijarnos en esos largos días de verano de sudor y océanos.

Mi cámara está en el suelo, observando.
Tu calcetín tirado por ahí, mientras tocas con un pulgar algo que podría ser mi piel.
Tal vez.

Los artistas somos así.

Nos da igual peinarnos.
A mi me da igual peinarme, por que algún día dejarás mi pelo más alborotado.
Mi pelo, o lo que te venga en gana. No voy a discutirte, que si te cuento todo esto es para que vengas a dormir conmigo, ahora, y te dejes de tonterías.
Que los errores están para cometerlos, y para que arrepentirse, si tu calcetín está por ahí y yo con mis ganas de más, de tus brazos y ya está.

Así de desordenada soy, que no se donde te tengo pero acabaré encontrandote.


Sary

martes, 23 de marzo de 2010

Días en la carretera.

[Modelo: Víctor]

Decides coger el coche, sin saber realmente a donde quieres ir a parar.
Te guías al azar, escogiendo tu camino apostando a cara o cruz contra las señales de tráfico con una moneda.

Un 'va y viene' que marea los sentidos, el aire caliente del radiador, y el ruido del llavero de la llave de contacto, golpeteando contra el salpicadero.

¿Cuántas veces has hecho la misma prueba?
¿Por cuántos caminos distintos has pasado ya?

Cuando hace calor sacas tu mano, imitando a los anuncios, vaticinando el éxtasis del después.
En invierno...
En invierno prefieres llevar bufanda y guantes.

Una recta de 20 metros y luego una curva a la izquierda.
Otras veces el azar te hacía dar vueltas hacia la derecha sin parar, llegando al mismo punto de partida, hasta que la moneda por fin decidía que era hora de cambiar, salía cruz y te indicaba que ya podías girar hacia la izquierda.
Pero por mucho que lo intentes, todo te lleva al mismo lugar, igual que los caminos a Roma.
Y, aunque exteriormente quieras forzar a querer ir a otro lugar, inconscientemente tu gran deseo es volver a donde siempre.

Y si encuentras una salida distinta a esta locura, a esta maraña de carreteras, por muy lejos que estés, te quedará en el recuerdo para siempre, como algo "inarrancable", como algo precioso y verdaderamente frágil.


Sary

jueves, 4 de marzo de 2010

La vida me tiembla.


Es uno de esos días en los que te apetece que te regalen un oso de peluche gigante y te inviten a palomitas con mucha mantequilla.
Necesitas gritar que estás aquí, en toda tu gloria y esfervescencia, y que eres jodidamente especial.
Los romanticismos es algo que podemos dejar para luego.
Mientras yo disfruto de un rato en tu cama, tu me desnudas sin preguntar.
Igual que haces siempre al disparar.
Luego, si eso, pides un poco de amor, que yo te acojo en mi pecho y adopto tus labios.
Mucho hacemos tirando la vida por la ventana y el invierno por el balcón, que la primavera no está tan lejos.
Y a los demás ya les pueden joder, que da igual que ficha muevan.
Ya que todo está tan distante, que la cama es una isla y nuestros abrazos un salvavidas.
Y es una de esas noches en las que te apetece estar vivo.

Sary

lunes, 22 de febrero de 2010

24 horas.


Día.
La piel se quiebra entre látidos de reloj.
Tic.
A cada paso de vida, el dolor se diluye en las baldosas del suelo.
Tac.
La magia se desvanece al dejar la ventana abierta.
Noche.
Pesadillas que renacen, teniendo como protagonista tu sonrisa.
Tic.
Las esquinas aplastan la razón.
Tac.
Humo del cigarro de después.
Fin.


Sary

viernes, 29 de enero de 2010

Histericismos.



Hay que joderse.
Fuera nevando y tu aquí sentado en mi cama dejándome tirada.
Enserio, esta vida no está hecha para nosotros.

¿Estamos locos o que?
¿De verdad quieres saberlo?
Pues si, lo estamos.
Racional e irracionalmente estamos locos.

Ya ves, nevando en mi cama.
¿Te parecerá bonito?
No me gustan las pistas de hielo sobre mi almohada y menos tus ausencias prolongadas.
En las que me dejas tirada.
Tirada en medio del colchón.



Sary