lunes, 5 de julio de 2010

Desorden caótico.


Así somos los artistas, desordenados.
Ropa por allí, libros por allá.
Sin orden alguno que nos marque nada, ya que todo nos dice algo.
Sin sentido.

No sabemos como escapar sin maniobrar, pero tenemos nuestro pequeño hueco en la cama donde cobijarnos en esos largos días de verano de sudor y océanos.

Mi cámara está en el suelo, observando.
Tu calcetín tirado por ahí, mientras tocas con un pulgar algo que podría ser mi piel.
Tal vez.

Los artistas somos así.

Nos da igual peinarnos.
A mi me da igual peinarme, por que algún día dejarás mi pelo más alborotado.
Mi pelo, o lo que te venga en gana. No voy a discutirte, que si te cuento todo esto es para que vengas a dormir conmigo, ahora, y te dejes de tonterías.
Que los errores están para cometerlos, y para que arrepentirse, si tu calcetín está por ahí y yo con mis ganas de más, de tus brazos y ya está.

Así de desordenada soy, que no se donde te tengo pero acabaré encontrandote.


Sary