
Sonreí.
Él se quitaba la camiseta de camino a la ducha,
yo le espiaba.
De repente se giró,
me escondí tras la puerta de la habitación.
Vino corriendo,
con un gesto me dijo que me acercara a él.
Me abrazó,
¡casi me aplasta!
Me soltó,
pero cogió mi mano,
me cogió la nuca,
y acercó sus labios a mi oreja.
“Nunca te dejaré sola, ¡por tus pecas!”
Se escucharon sus pasos descalzos,
las gotas cayendo en la ducha.
Y yo traspuesta,
con los dedos en la boca,
con cara de felicidad.
Y me vino a la mente:
¡espérame, ya te sigo!
Shhhhhhhhh...
Y como me dijo ella, de todo esto hemos conseguido 2 amigas, pero yo digo que he conseguido 2 personas increíbles.
SarY
Me ha encantado.
ResponderEliminarSencillamente genial. Mientras lo leía me lo imaginaba y es una escena preciosa.
Tan preciosa como tus pecas. Que ya sabes que las adoro >.<
Mua! Artistaza.
Ainss qué fantasía tan chula... jo, estais las dos hoy...vamos, de un tono puff jejejej
ResponderEliminarA mí también me parecen geniales tus pecas :)
Cuídate!! come!! (parezco una madre...;)