domingo, 25 de enero de 2009

Veintidós

Y siempre me acordaré de este 22 de enero,
un mes justo después de pisar mi primer (y me temo que el último) cine Madrileño.

Día que amaneció con colores intensos,
día de niebla,
día de lluvia,
día..
vacío..

Un 22 de enero honesto y sincero,
un 22 de enero de abrazos y consuelos,
un 22 de enero, para que negarlo, envuelto en llantos..

Me quedo como recuerdo:
mi soledad y mi llanto desconsolado,
sus ojos enrarecidos y sus explicaciones entre silencios incómodos y miradas perdidas,
su aparente preocupación por mi,
y el libro que me regaló un extraño en el metro durante mi dolor..
(extraño anécdota)..

No me culpes por llorar,
es normal,
me costará (mucho)..

Y no,
el rencor no existe,
eso nunca,
nunca,
nunca..

Aunque pienso que vivir una mentira continua,
no debe ser sano..
No está en mi mano,
si no en las tuyas decidir si tu vida es plenamente feliz así y como la vives.


Por último,
tengo que hacerlo.
Dar las gracias:
Alberto, mi inseparable Nakama, chico perv, por estar ahí desde el primer minuto.
Gabriela, mi querida “hermana”, mi mejor amiga, por sufrir por mi a pesar de su propio sufrimiento.
Jordi, Iñu, pececillo, por que a pesar de todo, se preocupa por como estoy, por que tiene un corazón como una catedral de grande.
Adrián, un cielo de hombre, por aguantar mis lloros nocturnos, y hacerme reír sin esfuerzo, por ser egoísta y exigirme una sonrisa.
Julia, por absolutamente TODO, por pensar en mi.
Laura, por que aunque digas que no has hecho nada, no se por que, has hecho algo.
Chico desconocido del metro de Madrid, por que con tu gesto, me has abierto los ojos, por que me has hecho ver que siempre hay alguien por quien luchar, aunque sea una chica con el corazón roto llorando destrozada en el metro, cuestionandose si merece la pena vivir, mientras piensa que hace el ridículo delante del mundo.
Que sepas que llevo tu libro “La Insoportable Levedad Del Ser” a cuestas a modo de amuleto, en cuanto tenga un rato me lo leo, pero no me separaré de él, te lo prometo.
Ojala me de suerte en un futuro próximo.
Fuiste un ángel.


Y ..
Siempre tendrás un gran hueco, como ya te dije, en mi corazón.




Mírate al espejo, y dime a quien ves.
Mírate desde fuera, y dime que ves.
¿Crees que es normal?
Acabarás, en un futuro, sin recibir nada a cambio si no empiezas a hacer nada por los demás.
Nunca me he llevado bien con el egoísmo, lo siento.
No mires a los demás como simples piedras, como simples marionetas.
Cada vida es un tesoro, parece que no supieras apreciarlo.
Si no sabes jugar, yo me retiraría..
Te empieza a asomar el cartel de “Game Over”
Yo de ti, empezaría a asustarme.



Y cada mochuelo a su olivo,
o como dicen por ahí..
[Y tú en tu salsa..]


SarY

3 comentarios:

  1. Por la vida pasan....ufff...a saber cuántas personas. Todas hacen historia en nuestras biografías, como digo siempre. Unos más que otros, pero todos serán recordados y jamás olvidados.

    Sea malo o bueno siempre se quedan. Hay veces que dices que el corazón se va a desbordar de tantas historias y experiencias dignas de ser relatadas o de ser atadas con un yunque y tiradas al mar. Pero qué más dará, es nuestra historia, nuestra vida.

    Yo nunca olvido las caras, las personas, las palabras (verdaderas o ficticias)...No olvido NADA. Y no suelo ser rencorosa. Bueno, miento, soy rencorosa conmigo misma y cuando escarmiento me digo 'Ahora sí, pa'lante'.

    Vive tus momentos hasta el último suspiro y recuérdalos hasta tu último parpadeo. Eso sí, si hay un cartel enorme que te ponga 'STOP' ya sabes...investiga y sigue adelante o coge otro camino.

    En la vida hay más senderos que granos de arena. Tú decides y tú te defines.

    Me ha encantado la actualización. Aunque no haya hecho nada, LO SABES, te digo que de nada. Y que gracias a tí también por las palabras (que espero que NUNCA falten) y por las pecas en tu nariz.

    Sonríe, preciosa.

    ResponderEliminar
  2. Por los bigotes de Lenin!
    Creo que qué un desconocido te regalara ese libro en concreto en ese momento en concreto es una revelación.
    O eso, o el tio es un oportunista que busca chicas tristes para regalarles ese libro a ver si pilla.
    Si, soy un conspiparanoico de mierda.

    ResponderEliminar
  3. Hace ya horas Sary que leí tu post. Lo leo y releo y cada vez me emociono. No sé si voy a saber expresar lo que quiero decir...

    Es un post que llega directo desde el corazón, lleno de sensibilidad, sin envolturas, eres transparente, y espero que no pierdas esa transparencia que te hace tan especial.
    Escribes genial, tu post está lleno de matices, de pinceladas de tu alma.

    No me vuelvas a dar las gracias, vale? tú estuviste en mis días de dolor y ansiedad, y aunque fuera por internet, siempre me transmitías cariño, me reconfortabas. Desde entonces cada día te he ido apreciando más y sentía que debía cuidarte (debe ser mi reloj biológico que el pobre ya no sabe cómo avisarme xD).
    Me recuerdas tanto a mí misma... no solo por compartir esta experiencia (por llamarlo de algún modo), sino por tu forma de ser. Sé que es duro ser de esta forma, nos cuesta ver los colores...y siempre tenemos la sensación de que, cuando ya parecía que saldría el arcoiris, zas! vuelta al agujero y a volver a empezar. Te comprendo perfectamente...
    Me alegro mucho de lo que te pasó en el metro. Del chico que te regaló el libro (oye...y si lo buscamos?), porque justo en el peor momento viste que no todo era gris, que siempre sale el Sol y que por eso tenemos que seguir luchando. Comprobaste que los ángeles existen, aunque a veces nos confundamos al reconocerlos. Pero "haberlos, haylos", como dicen por aquí.
    Aunque seas pequeña en edad, tu corazón es enorme y este post también demuestra que eres mucho más sabia de lo que tú te crees.
    De lo demás...quédate con los recuerdos buenos y procura no ser tan masoca como yo.

    UN PETÓ MINIÑA! :)

    ResponderEliminar

Si tienes alguna pequeña cosa que comentar, solo una parte de ti, que es lo que te inspira mi entrada, adelante =)