
Era tan remoto.
Aquel sitio era tan remoto,
en una esquina de mi cabeza,
entre las 2 mantas de la cama,
que inexplicablemente nuestras voces cabían en susurros de luna llena untada en miel.
Pero dos fantasmas como tu y yo,
borraron el sonido del mar,
tu sonrisa,
su pelo...
Y no se volvió a saber más de mí.
Sary