Él se encontró un mapa.
No era papel ni tinta,
eran piel, sudor y lágrimas.
Es cada pliegue de un cuerpo,
cada arruga, cada sombra.
Y dicen que la “X” marca el lugar.
El lugar del tesoro.
Él se encontró un mapa.
Bucanero de mares secos.
Pirata de corazones.
Ladrón de suspiros.
Navega en el cuerpo del mapa.
Encuentra la “X”
Surca mi piel con tu lengua.
Sabor a mar y arena.
Acaricia la brisa (como tu aliento en mi nuca).
Recuerdos de estrellas marinas.
De placeres ocultos.
Un mapa..
Un mapa..
Hiciste algo que hacia tiempo que no sentía.
Verte solo a ti y todo lo demás difuminado..
SarY
Escalofríos y estremecimientos me han acompañado mientras leía el texto, ¿Sabes?
ResponderEliminarY es que ver ese tatuaje y no poder, como tu misma dices, surcar tu piel, es un verdadero suplicio.
Tu consigues no solo que lo demás se difumine, si no que no importe, que de igual, y que ansíe dejarte afónica.
Tu ya me entiendes.